Desarrollo del afiche en Chile (1905-1973)

Utilizando los muros de las ciudades como soporte, el afiche, mezcla de escritura e imagen, tiene como uno de sus objetivos captar la mirada del transeúnte y retenerla hasta transmitir su mensaje.

La palabra afiche, del francés afficher ("pegar a un muro"), fue adoptada en Chile por los primeros cartelistas nacionales de formación francesa. Por afiche o cartel se entiende una hoja de papel o cartón impreso, relativamente grande, exhibida para anunciar o hacer publicidad de algo en espacios públicos, utilizando los muros de la ciudad como soporte. En el afiche conviven el lenguaje escrito y la imagen, con el objetivo de captar la mirada de los transeúntes y retenerla hasta transmitir su mensaje.

Los primeros carteles aparecieron en Europa a principios del siglo XIX, pero fue a mediados de ese siglo que su producción -de la mano de la segunda revolución industrial- experimentó un desarrollo significativo. Entonces existía una diferenciación entre carteles publicitarios y artísticos, a los que se les daba el valor de obras autónomas.

En Chile, durante las últimas dos décadas del siglo XIX, era habitual que las casas comerciales promocionaran sus artículos por medio de pinturas colocadas en el interior de las salas de venta o en las vitrinas, acompañadas de un texto informativo. Los primeros carteles aparecieron a principios del siglo XX. Correspondían principalmente a litografías impresas en tirajes limitados, cuya estética acusaba una fuerte influencia del modernismo gráfico francés. La industria gráfica nacional producía para entonces numerosos periódicos y revistas ilustradas, con un grado de sofisticación comparable al de las metrópolis europeas gracias a la contratación de profesionales y técnicos extranjeros y la importación de insumos de alta calidad. En esas primeras décadas del 1900 se incorporó la técnica del fotograbado y se comenzó a imprimir a color en tricromía, procedimientos que ampliaron las posibilidades estéticas de los productos gráficos, caso ejemplar fue el de la Imprenta Barcelona y la revista Chile Ilustrado que circuló entre 1902 y 1905.

A medida que los costos de los medios de impresión fueron bajando y con el impulso que la creciente industrialización significó para la demanda, el diseño y la producción de afiches publicitarios en nuestro país comenzó a florecer. Entre los precursores del oficio en Chile destacó el artista Isaías Cabezón, quien desde muy temprana edad se hizo popular gracias a los carteles que realizaba en su ciudad natal de Salamanca. Premios y viajes de por medio, terminaría convirtiéndose en uno de los principales exponentes de este arte.

A partir de la década de 1920 se advierte un cambio estilístico en la producción gráfica nacional, marcado por el despertar del sentimiento nacionalista y la incorporación de los sectores sociales más postergados a la vida política. En las décadas siguientes hubo una gran producción de carteles en Chile, tanto de campañas sociales como de empresas. Durante este período destacó como afichista Camilo Mori, así como algunos artistas europeos quienes llegaron escapando de la Segunda Guerra Mundial. A partir de la década de 1950 la producción de carteles estuvo a cargo de profesionales gráficos como Santiago Nattino, Domingo Baño y Waldo González.

Durante el lapso comprendido entre 1960 y 1973 la producción de carteles vivió su apogeo con el taller de los hermanos Larrea como protagonista. Este auge se vio abruptamente interrumpido por la dictadura militar, período durante el cual una gran cantidad de material gráfico fue destruido debido a la filiación política de izquierda con la que históricamente se ha vinculado al afiche en Chile y a su potencia como herramienta ideológica. A partir de entonces, el cartel tuvo un desarrollo discreto, centrado en la investigación de nuevos recursos compositivos y con un carácter más "neutral" en cuanto a sus contenidos y formas de expresión.

Clasificaciones

Las investigaciones de Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile (Servicio Nacional del Patrimonio) están bajo una Licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported, a excepción de sus objetos digitales.