La Compañía Escuela Teatro Q fue una instancia de formación gratuita y de creación teatral que se convirtió -durante la década de 1980- en una alternativa a la enseñanza impartida en universidades o en escuelas de teatro privadas.

El Teatro Q nació a partir del trabajo que María Cánepa (1921-2006) y Juan Cuevas (1952) realizaban, a comienzos de la década de 1980, en poblaciones como Joao Goulart de la comuna de La Granja, Lo Hermida de Peñalolén, La Pincoya de Huechuraba o Los Nogales de Estación Central. Llevados a cabo con apoyo de la Vicaría de la Solidaridad o la Fundación Missio, estos talleres que tuvieron, en principio, el objetivo inmediato de formar monitores que continuaran con la promoción del teatro en sus comunidades, respondían a una necesidad social y política más profunda, de expresión de los habitantes de esas poblaciones santiaguinas en el contexto represivo de la dictadura militar.

A raíz de este reconocimiento, Cánepa y Cuevas invitaron a Héctor Noguera (1937), José Pineda y Carlos Figueroa a formar parte del equipo de una escuela de teatro que debía cubrir las áreas de actuación, expresión corporal, expresión vocal, historia del teatro y técnica en sonido e iluminación.

La Compañía Escuela Teatro Q -cuyos montajes han sido caracterizados como teatro popular, aficionado, periférico o, como lo designó el propio Juan Cuevas, como un "teatro ingenuo" (Jiménez, Alejandra. Compañía Escuela Teatro Q: Un hito de los años ochenta. Santiago de Chile, 2008, p. 39)- fue conformándose en el seno de las comunidades en las que se insertó. Sus estrategias metodológicas, sin querer imponer saberes o hábitos estéticos doctrinarios, tuvieron por objetivo la formación de sus integrantes a través de la experimentación y creación colectiva de montajes.

Apartándose de otras instancias históricas como la del teatro aficionado, vinculado a la conformación de los teatros universitarios en la década de 1940, o las iniciativas de teatro popular que durante los años sesenta intentaron acercar el teatro al pueblo por intermedio de un mensaje que portara "una interpretación ideológica -'clasista'- de la realidad representada" (Ochsenius, Carlos. Teatro y animación de base en Chile. Santiago de Chile: Ceneca, julio de 1987, p. 7), la Compañía Escuela Teatro Q llevó a cabo una experiencia que entendió la formación escénica y la representación teatral como una herramienta de expresión, comunicación y de democratización.

En 1983, luego de un proceso de difusión en parroquias, radios y a través del boca a boca, la compañía realizó las primeras audiciones para conformar su elenco. A esa jornada llegaron alrededor de 250 personas de diferentes sectores sociales de las que fueron elegidas 31 (21 aspirantes a actrices y actores y 10 al equipo técnico) para formar parte de la primera generación de la Compañía Escuela Teatro Q.

Durante ese año, en el galpón ubicado frente al templo de Nuestra Señora de Lourdes en la comuna de Quinta Normal, que acondicionaron y bautizaron con el nombre de sala de teatro Obispo Enrique Alvear, se llevó a cabo el primer montaje público de la compañía: Los jueces y los reyes (1983).

Creadas de manera colectiva, la compañía estrenó en el año 1984 otras dos obras: Bernardita (1984), único montaje dirigido por Héctor Noguera, y Gabriel García Márquez habla por nosotros (1984), que constituyó la última obra que se realizó en la sala Obispo Alvear, demolida por disposición municipal.

Luego de trasladarse a un antiguo teatro ubicado en el barrio Franklin, hoy conocido como Teatro Huemul, la Compañía Escuela Teatro Q llevó a cabo obras callejeras dirigidas a niñas y niños, además de los montajes En la diestra de Dios Padre (1985) y del clásico de William Shakespeare, traducido por Pablo Neruda (1904-1973), Romeo y Julieta, que se estrenó en el mes de marzo de 1987.

A raíz de este trabajo, que consolidó a la compañía entre el público y la prensa local, fueron invitados al festival "Theater der welt", realizado en mayo de 1988 en la ciudad de Múnich, tras el que emprendieron una gira por otras ciudades de Alemania y Suecia. Esta gira que se extendió por tres meses determinó la ruptura entre el grupo de actores y el equipo conductor del Teatro Q.

A fines de 1989, sin su director artístico ni su equipo originales, la compañía estrenó, en el parque de la Quinta Normal, la obra Macbeth, montaje que mantuvo su estética de creación colectiva característica. A pesar de la buena recepción del público, los resultados del montaje no fueron los esperados, cuestión que, sumada a otras circunstancias, provocó una segunda crisis que culminó con la salida de casi todo el elenco.

En el año 1992, con solo 3 actores del elenco original, se estrenó, bajo la dirección de Claudio Di Girólamo, la obra Un poco de todo, último montaje realizado por la Compañía Escuela Teatro Q.

Minisitio desarrollado en colaboración con Circo del Mundo - Chile a partir de materiales de archivo de la Compañía Escuela Teatro Q pertenecientes a su director artístico, Juan Cuevas, Ana Guiñez y Margarita Manríquez, quienes formaron parte del primer elenco de la compañía.