Hoy y siempre, Chile se ha caracterizado por su actividad agrícola. Hoy en día, parte importante de su producción está basada en las actividades económicas derivadas del campo chileno. La viticultura, el comercio de frutas, hortalizas y cereales son actividades que se iniciaron en la Colonia y que perduran hasta hoy.

Durante el período hispano-colonial, la agricultura no solo fue una práctica cotidiana vinculada a la sobrevivencia humana, sino que en diversos períodos también tuvo un objetivo comercial. El terremoto de 1687 en Perú provocó una grave crisis agrícola generando una gran demanda de alimentos que fue proporcionada por los valles chilenos. La necesidad de exportar trigo al Perú hizo que las grandes estancias, antes dedicadas a los productos ganaderos, se transformaran en grandes haciendas dedicadas al cultivo cerealero, generando el inicio de la gran propiedad rural.

Si bien esta característica perduró hasta bien entrado el siglo XX, lentamente durante el siglo XIX, se fueron introduciendo algunas modificaciones referentes a las formas de cultivo en el campo chileno. Junto a esto, proliferaron estudios dedicados al sector agrícola y su tecnificación y surgieron instituciones como la Quinta Normal de Agricultura (1842), el Instituto Agrícola de Chile (1876) y el Instituto Agronómico (1915), que aglutinaron la investigación y enseñanza agrícola en Chile.

Esta colección reúne una serie de títulos referentes a la agricultura chilena de los siglos XIX y primera mitad del XX. Las materias que abarca son diversas y van desde los procesos de producción de diversos cultivos, catálogos y álbumes de informaciones agrícolas, a ensayos sobre el estado de la agricultura del período, otorgando un amplio panorama del Chile rural.