Alejandro Escobar y Carvallo
Alejandro Eskobar i Karvayo, quien usó la "k" en sus apellidos para firmar sus escritos, fue tapicero, poeta y secretario del Comité Huelguista de Antofagasta, a principios del siglo XX.
Según la antología Selva Lírica: "En 1904 germinó un considerable movimiento acrático. Acaso influyó en él la estadía en Chile de los anarquistas Pedro Gori e Inocencio P. Lombardozzi. En ese año 'el compañero' P. Solís Rojas publicó sus opúsculos de Poesías Ácratas en los que figuran numerosos versos de Escobar y Carvallo, como también de Luis Olea, Luis E. Recabarren, Magno Espinoza, Marcial Cabrera Guerra. Lució felices disposiciones este escritor rebelde. Hoy es simplemente un teósofo. Sus antiguos compañeros de bohemia lamentan su alejamiento del anarquismo" (Selva Lírica, 1917, p.471).
Fechado en Santiago el 7 de enero de 1908 publicó, en el folleto La sirena santiaguina, el poema "Relación", con el subtítulo: "Tomada de boca de los testigos presenciales de la masacre autoritaria del 21 de diciembre último".
Ese mismo año de 1908 apareció el folleto en verso Los sucesos del norte, "dedicado al pueblo obrero", en el que aparecen los poemas "¡Maldición! Al Gobierno de Montt", "La huelga de Iquique" y "A Luis Olea. Héroe y mártir de la jornada de Iquique, en 1907".
En la recopilación realizada por Armando Triviño, Cancionero revolucionario (Santiago, Editorial Lux, 1925), apareció su poema "Himno de la Anarquía (Música de la 'Canción Nacional Chilena')":
¡Libertad! es el grito sonoro
que resuena en los aires doquier
lo cantaron las aves en coro
y el obrero lo oyó en el taller…
Ya es vencida la ruin tiranía
ya se apaga su antiguo esplendor
y se alza la bella anarquía,
junto al siervo de ayer, vencedor.
Cuántos siglos de heroica pelea
por romper las cadenas del mal,
por sacar del silencio la idea
y oponerla al feroz capital.
Alza obrero, sin miedo la frente
ante la déspota avaro patrón,
ya tu hueste pujante y valiente
enarbola su rojo pendón.