Francisco Hoffmann nació en Viña del Mar el 2 de agosto de 1902. Se tituló de médico en la Universidad de Chile y continuó sus estudios en la Universidad de Londres con el profesor A.V. Hill, y en 1932 en el Instituto de Farmacología de la Universidad de Berlín, donde se especializó en el estudio de la contracción muscular.

En esos laboratorios conoció a quien fuera su mujer, Elena Jacoby -Lola Hoffmann- quien también se destacó en el ámbito científico. Juntos regresaron a Chile y, en 1932, Hoffmann fue nombrado profesor de Fisiología en la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile, reemplazando a Teodoro Muhm en esta cátedra. Dos años después también se hizo cargo de esta materia en la Facultad de Medicina.

La investigación era considerada por Hoffmann como el alma de la universidad por sus implicancias en el proceso de enseñanza, además de una actividad indispensable para el desarrollo nacional. Bajo esta premisa, buscó generar las condiciones necesarias para que pudiese surgir profesionalmente un grupo de científicos que se dedicara exclusivamente a la investigación y docencia.

En 1936, logró convencer a las autoridades del Congreso para que asignaran fondos especiales para construir el Instituto de Fisiología de la Universidad de Chile inaugurado en 1937. Esta contribución le permitió montar un laboratorio para dedicarse a la investigación experimental, cuando sólo un pequeño grupo de profesores de la Escuela de Medicina lo hacía. En el laboratorio se trabajaba jornada completa en investigaciones relacionadas con Fisiología cardiovascular y endocrina. Su meta era que el laboratorio contara con los mismos estándares que había conocido en Europa. El equipamiento era escaso, pero tenían un eficiente taller mecánico y eléctrico donde se improvisaban los instrumentos necesarios y se fomentaba el trabajo práctico para la realización de los distintos experimentos.

En la década de 1940 comenzó a recibir aportes de la Fundación Rockefeller, los cuales por 20 años facilitaron becas para estudiantes e implementos para el laboratorio como un oscilósgrafo de rayos catódicos, un fotoquimógrafo y otros instrumentos que eran considerados una rareza en Chile.

El Instituto de Fisiología de la Universidad de Chile logró con el tiempo cobijar a un grupo importante de discípulos e investigadores que desarrollaron líneas de investigación muy variadas en torno a la fisiología.Se reconoce a Hoffmann por su contribución a la profesionalización de la ciencia al promover la contratación de académicos con dedicación exclusiva a los laboratorios. En la década de1960 dio un vuelco en su vida profesional al fundar el Centro de Antropología Médica orientando su vocación hacia la sicología y antropología muy influenciado por Carl Jung, a quien había conocido en uno de sus viajes. Murió en 1981.