La idea de balneario comenzó a instalarse a partir de mediados de siglo XIX, cuando las vacaciones eran un lujo exclusivo para la elite. En esa época, las familias de élite llegaron a los balnearios de la zona central, principalmente a Cartagena y Papudo.

Papudo comenzó a ser visitado por las familias de clase alta, de Santiago y Valparaíso, a mediados del siglo XIX. En 1897, Fernando Mackenna fundó Papudo como un balneario. Nueve años más tarde se construyó el muelle metálico y el puerto, mientras que la municipalidad de la comuna se creó el año 1927.Durante las primeras dos décadas del siglo XX, y por iniciativa de los Hermanos Smith, se editó la revista La Pulga que aparecía exclusivamente en la época estival. La publicación tuvo como fin dar cuenta de todo el acontecer del balneario en el verano, con notas de vida social, acertijos y denuncias en torno a algunos problemas del sector.

En tanto, Cartagena se fundó como comuna en 1901, mediante un Decreto Supremo del presidente Federico Errázuriz, y comenzó a transformarse en la playa favorita de la oligarquía tras la llegada del ferrocarril en 1921. Este permitió que una gran cantidad de familias de la elite construyeran sus propias casas de veraneo. Durante esa década, la ciudad vivió un momento de esplendor y se construyeron importantes chalets, importados desde Francia, que abarcaron la costanera y llegaron, incluso, hasta Las Cruces.En la década del 30, el balneario comenzó a recibir a los sectores populares, lo que generó una división espacial en Cartagena. Los miembros de la clase alta se situó en el sector de la Playa Chica, mientras que los otros sectores se ubicaban en la Playa Grande. Hacia 1950, la élite había emigrado hacia otros balneario y Cartagena pasó a ser un balneario popular.