Salvador Sanfuentes plasma su visión del bandido
La tercera parte de Leyendas nacionales de Salvador Sanfuentes se titula "El bandido". Escrita en verso, trata de las andanzas del esclavo Fernando, quien rapta a María el día de su matrimonio con Anselmo. El hablante de esta leyenda versada exclama:
Mas ¿qué viajero osaría
Venir a estas selvas solas,
O qué corazón no tiembla
Con que recordarlas oiga?
Aquesos bosques, aquesas
Terribles i ásperas rocas
Dan albergue del Bandido
A la banda asoladora.
(Leyendas nacionales, págs. 218-219).
Allí, el bandido ocupa un lugar que le sienta, donde está cómodo para llevar a cabo sus fechorías. En ese espacio, su presencia se impone frente a quienes osen desafiarlo, dirigirle la mirada o cruzarse en su camino.
Así el bandido se place
En su montaraz vivienda,
Así cual plaga tremenda
Todos temen su irrupción.
(op. cit., pág. 231).