Nocturno de Chile es una novela que Bolaño escribió tras su visita a Chile y la publicó en el año 2000. Estructurada en dos grandes y disímiles párrafos -uno largo que corresponde al monólogo de un sacerdote del Opus Dei, Sebastián Urrutia Lacroix, conocido como el cura Ibacache y otro de una linea- esta obra en un principio se iba a titular Tormenta de mierda. Este nombre inicial tenía relación con el argumento de la narración. En una noche de delirio por una fiebre alta, el cura, crítico literario y poeta mediocre revisa los momentos más importantes de su vida. En este recuerdo van apareciendo todos los representantes de la historia literaria chilena de la mitad del siglo XX. La noche se puebla de fantasmas mediocres, se desata literalmente una "tormenta de mierda". Por ejemplo, se presentan personajes tales como una mujer llamada María Canales, que ofrece tertulias literarias mientras en el sótano de su casa se tortura. Así, las imágenes recorrerán desde el Chile latifundista hasta el golpe de Estado, con todas sus secuelas.

Según Bolaño, esta novela la escribió de un tirón y fue "el mayor desafío que me he planteado en cuanto a estilo". (Pinto, Rodrigo. "Otro mandoble del samurai", Las Últimas Noticias, 17 de diciembre, 2000, p. 12)