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Chaitén

El volcán Chaitén es un cráter caldérico de forma elipsoidal, de sólo 950 metros sobre el nivel del mar, ubicado diez kilómetros al noreste de la ciudad del mismo nombre, ex capital de la provincia de Palena, en la Región de Los Lagos. El volcán, de carácter activo, tuvo una quietud que duró a lo menos, varios siglos: no contamos con registros de erupciones entre 1800 y 2008. En mayo de ese año, el volcán Chaitén entró en erupción; su ceniza volcánica alcanzó una altura de 40 kilómetros y contaminó los alrededores, llegando a la Patagonia argentina y a Buenos Aires. Este fenómeno volcanológico llevó a que la ciudad de Chaitén fuera evacuada totalmente, a causa de la contaminación atmosférica y los destrozos en la infraestructura y equipamiento urbano. Además, junto a la lluvia de cenizas y el alto riesgo de nuevas erupciones, el río Blanco se desbordó debido al deshielo de las nieves y el aumento del caudal de las aguas. Las evacuaciones de asentamientos humanos también se produjeron en Argentina, donde además se cerraron numerosos aeropuertos. En agosto del año 2009, se produjo una segunda erupción del volcán, aunque esta vez por la formación de un nuevo domo, producto del primer estallido, ubicado en el cráter del volcán y que explotó por su lado sur, generando una grieta de más de un kilómetro. Ese mismo año se decidió que la ciudad de Chaitén sería trasladada y relocalizada en la zona de Santa Bárbara, pueblo ubicado al norte del volcán, y que pese a tener menos llegada de luz solar, no corre ningún peligro. La catástrofe y la decisión de despoblar originó la famosa frase del Ministro del Interior de ese entonces, Edmundo Pérez Yoma: "Desgraciadamente, Chaitén ha muerto".