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Empresa Editora Zig-Zag S.A

Tras la depresión mundial, Gustavo Helfmann decidió dar un gran paso: entregar a Zig-Zag independencia económica. De este modo, rompió la fusión con Universo y constituyó una Sociedad Anónima autónoma, con su propio conglomerado de accionistas y en consecuencia con un directorio totalmente distinto al de Universo.

Su tarea más próxima fue reconstruir la Empresa Editora Zig-Zag. Entonces, se dedicó a renovar las antiguas organizaciones, con tal de dar a la producción un ritmo más acelerado y mayor eficacia. En lo administrativo, fundó varios departamentos: el de publicidad y propaganda; el editorial; el de exportación; el de agencias en el interior; el de venta de libros a plazo, todos ellos atendidos por técnicos en sus respectivas funciones. Posteriormente, designó un nuevo directorio: como gerente nombró a Heriberto Horst, como subgerente a Mario Olea y él quedó en el cargo de presidente.

En el primer año de constituida la Sociedad, las pérdidas que se arrastraban desde 1905 a 1933, se habían cubierto por completo y ya al año siguiente hubo 345.505 pesos de utilidades.

Según Félix López, uno de los mayores méritos de Gustavo Helfmann fue el saber abrirse a todo tipo de ideas: "Sin poner trabas a nadie que pudiera aportar una idea en este sentido, sino, al contrario, estimulando iniciativas, dando él mismo ideas, nacieron nuevas publicaciones, una tras otra" ("Nuestra propia Historia", Medio siglo de Zig-Zag: 1905-1955. Número Especial. Santiago: Zig-Zag, 1955. p. 78).