Lumpérica
Lúmperica fue la primera novela de Diamela Eltit, publicada por Ediciones del Ornitorrinco en 1983. La autora escribió esta obra durante los tiempos más difíciles de la dictadura y aquello fue lo que intentó reflejar tanto a nivel formal como de contenido: "Pienso que ese dato -aunque fantasioso en mi caso por el tipo de proyecto narrativo- operó en algún nivel agravando la crisis represiva que el lenguaje y el decir con el lenguaje sufre, bajo una dictadura como la chilena" (Ortega, Julio. "Resistencia y sujeto femenino: entrevista con Diamela Eltit", La Torre, Año IV, (14): 230, abril-junio, 1990).
Diamela Eltit ha opinado que la censura fue la escritura de Lúmperica: "yo escribí con un censor al lado, en el sentido más simbólico del término, porque yo sabía exactamente que mi libro iba a dar a esa oficina. Entonces, tuve varias censuras: por una parte, este censor real que estaba allí aunque yo no lo conocía; por otra parte, las censuras que yo misma podía pensar -las mías-; y después, todas las censuras estéticas que uno trabaja para escribir un texto" (Lazzara, Michael J. Diamela Eltit: conversaciones en Princeton. Princeton: Program in Latin America Studies, Princeton University, 2002. 92 p.)
La escritora trabajó desde un principio con diversos referentes literarios para la elaboración de sus textos. En el caso de Lúmperica, se inspiró especialmente en Cobra de Severo Sarduy y el teatro barroco del Siglo de Oro: "La lectura de Cobra me hizo perder el miedo, la inseguridad, porque me hizo entender que puedo hacer lo que yo quiera. Asustada, de todas maneras asustada. Pero ahí me apoyé entonces en la tradición. Es curioso, me apoyo mucho en la tradición. En el barroco me apoyo, en el teatro, la escena, la mise en scéne. Para mí el teatro sigue siendo el del Siglo de Oro. El teatro que yo manejo más en mi cabeza es ése" (Morales T., Leonidas. "Narración y referentes en Diamela Eltit", Revista Chilena de Literatura, (51): 121 noviembre, 1997). Otros referentes fueron: Hijo de Ladrón de Manuel Rojas, que la inspiró en el tema de la herida y la poesía de Vicente Huidobro.
Lúmperica fue escrita por Diamela Eltit sin esquemas previos, en un momento en que ella sentía simultáneamente gran aversión y atracción por la narrativa. La siguiente descripción de Nelly Richard permite dilucidar que aquello se descubre en la lectura de la novela: "La autonarratividad de Lumpérica que comenta y revisa su propia fabricación de historia en borradores; las incoherencias del relato que mezcla falsificaciones y desmentidos para exarcebar el tic de la sospecha; la memoria fragmentada en recuerdos siempre discordantes que plantean la historia como versión (relato) y no como fundamento (verdad): toda esta ensayística del decir que "arrepiente el signo" fue la primera arma de una literatura de la palabra oficial, desatando en torno a ella conflictos de interpretaciones que denunciaban la impostura de una voluntad inflexible de significación única. Contra el autoritarismo del mensaje oficial y su lógica vertical del cierre doctrinario, el desborde horizontal de la ambigüedad hecha palabra múltiple y contradictoria" (Richard, Nelly. "Histórica, histérica palabra", La Época, 10 de noviembre, 1991, p.5 (suplemento)).
Lúmperica fue traducida al francés en 1993 por Florence Olivier y Anne de Waele y al inglés por Ronald Christ, con la colaboración de Gene Bell-Villada, Helen Lane y Catalina Parra, en 1997.