Cartas de prisionero fue publicado por primera vez en México en 1984 y corresponde a los poemas escritos por Floridor Pérez mientras permanecía detenido en campos de reclusión para prisioneros políticos después del golpe de Estado de 1973. Un año más tarde fue editado en Chile con cambios en la cantidad de poemas y la supresión de la "Excusa de unas notas", en donde el autor declaraba: "El título del libro está textualmente tomado de los formularios de la correspondencia despachada a través de la Cruz Roja Internacional de Los Ángeles". Este libro da cuenta de un período histórico, de la experiencia vital del poeta a través de cuarenta y dos poemas que se ven reforzados por la inclusión de otros elementos como fotocopias de diarios, documentos personales y el formato oficial de correspondencia de los centros de relegación en los que permaneció el poeta. De este modo, la estructura y contenido de este poemario fue considerada por la crítica una novedosa manera de abordar la creación poética. Ignacio Valente señaló: "Estamos frente a un excelente ejemplar de ese tipo de poema que entrelaza la dimensión política y la erótica de una biografía, potenciando la última precisamente a partir de lo precario de la primera (...) Un libro necesario, uno de los mejores en términos de denuncia de nuestro pasado inmediato, con imágenes felices, con gracia, con ternura, con buen uso del habla coloquial, y también con los altibajos de rigor de un buen libro de poesía" (Castillo, Paola. "La poesía de un juglar que se perdió en la época de las computadoras". Las Últimas Noticias, 1 de marzo, 1991, p. 32).