Armando Sills García (1872-1960)
Armando Sills, cuyo verdadero nombre era Genaro Pacheco Sills, inició su carrera de fotógrafo hacia 1906. Comenzando en Taltal, durante más de treinta años ejerció su oficio en varias ciudades del norte de Chile, como Tocopilla, Copiapó, Vallenar, La Serena, Iquique y Antofagasta. En cada una de ellas -y a menudo en asociación con otro fotógrafo local, con el fin de reducir costos y absorber la competencia- instalaba un taller, donde producía retratos de estudio, su actividad principal. Sin embargo, la verdadera esencia del trabajo de Sills fue su carácter itinerante. Desde el establecimiento que le servía como centro de operaciones organizaba giras por localidades menores de la zona, las cuales por lo general no contaban con fotógrafos profesionales. Las visitas eran anunciadas algunos días antes a través de los periódicos regionales, y podían durar un par de semanas o extenderse hasta por un mes y medio en caso de éxito.
Convencional en materia de técnica fotográfica, Sills demostró poseer un olfato comercial fuera de lo común. Por una parte, se valió habitualmente de los medios de prensa para publicitar sus servicios, ya fuera destacando la seriedad, la calidad y variedad de sus trabajos o, bien, lo novedoso de sus técnicas, a tono con las últimas tendencias europeas. Por otra, procuró ofrecer productos innovadores que atrajeran la atención del público e impactaran al mercado. Ejemplo de ello son sus retratos insertos en esferas de relojes (1918-1920), que parecen haber suscitado gran interés entre los funcionarios de los Ferrocarriles del Estado, así como sus fotografías viradas al sepia, verde, azul, perla o calamar (1918).