Protestas masivas
En mayo de 1983, los trabajadores del cobre llamaron a un paro y a una protesta en contra de la dictadura de Pinochet. Aunque se pensó originalmente como una acción limitada, sus efectos fueron sorprendentes, ya que no solo protestaron los mineros, sino que se sumaron, en forma espontánea, sectores amplios de la sociedad civil. Las protestas cundieron inconteniblemente y el panfleto se transformó en una herramienta fundamental para poder llevarlas a cabo. El pinochetismo también recurrió a esta forma de propaganda, tanto para llamar a contra manifestaciones, como para organizar sus propias demostraciones de fuerza.