Teatro de la Universidad Técnica del Estado
Influídos por la renovación teatral provocada por el Teatro Experimental de la Universidad de Chile y el Teatro Ensayo de la Universidad Católica, un grupo de estudiantes pertenecientes a la Universidad Técnica del Estado formaron el Teatro Teknos. En 1958, en la Escuela de Artes y Oficios, estrenaron su primera obra, Se arrienda esta casa de Gabriel D'Harvillez. La respuesta de la comunidad universitaria fue positiva, por lo que continuaron estrenando obras entre las que destacan Tres en un bar y Pobrecito Juan, de Víctor Ruiz Iriarte, en 1959; Cuentos de verano, de Alejandro Casona, en 1961; La influencia de la temperatura, de Noel Coward, en 1962; y El imbécil, de Luigi Pirandello, ese mismo año. En esta primera etapa la dirección estuvo a cargo del actor Alfredo Mariño, quien tenía experiencia previa en el grupo de la Universidad de Chile.
En 1962, asumió la dirección Raúl Rivera, egresado de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, con el montaje Los cinco de la mina Pimiento. La elección de esta obra marcó un hito en el desarrollo de este grupo teatral puesto que el texto pertenecía a Tomás Ireland, quien era un miembro más del Teknos. Al año siguiente estrenaron Los grillos sordos, del autor y director Jaime Silva, con la que obtuvieron el Segundo Premio de Teatro Infantil, en el Festival de Teatro Aficionado de Viña del Mar. Ese mismo año iniciaron la temporada en el Teatro Bulnes.
En 1964 estrenaron Roquerío, de Tomás Ireland, con la que Teknos ganó el Gran Premio de Honor en el Festival de Teatro Universitario. Un año después el quehacer teatral de Teknos sufrió un cambio sustantivo en cuanto a la calidad de sus producciones. Montaron obras como El herrero y el diablo, de Jean Genet, y Los fugitivos, de Sergio Vodanovic, dirigida por Domingo Tessier, en 1965. Asimismo, su actividad teatral comenzó a proyectarse más allá de la sala Bulnes, alcanzando distintas ciudades, poblaciones y colegios.
En 1969, el grupo fue invitado por el gobierno de Bolivia para actuar en La Paz, donde presentaron con gran éxito Pan caliente y El tragaluz, lo que se constituyó como su primera gira internacional. Ese mismo año participó en el Tercer Festival del Teatro de Manizales, Colombia, desde donde siguieron viaje hacia Panamá, con las obras Pan caliente, Heroica de Buenos Aires y Escape libre.
Luego de que Teknos se trasladó a la sala Talía, comenzó una nueva etapa, cuya característica fundamental fue la introducción al campo de la competencia teatral a través de la selección más rigurosa del repertorio, lo que permitió consolidar su elenco junto a actores profesionales como Gladys del Río, Gabriela Medina, Sonia Viveros, Maité Fernández, María Elena Duvauchelle, Juan Quezada, Osvaldo Lagos, Adriano Castillo, Patricio Villanueva, Luis Alarcón, Patricio Oróstegui, María Teresa Herrera, Jorge Boudón, Elena Moreno y Mario Montilles. En este período Teknos alcanzó su madurez como teatro universitario. Estrenaron las obras Homo chilensis, de María Asunción Requena, 1972; Para saber y cantar, de Maité Fernández, 1972; y Volpone, de Ben Johnson, 1973.
Hacia finales del gobierno de la Unidad Popular, el grupo Teknos recorrió todo el país, lo que ayudó a impulsar a otros grupos artísticos del Departamento de Extensión y Comunicaciones, entre ellos Barroco Andino, Inti Illimani, el ballet de Rosita Lagos y el coro de Mario Baeza. A pesar de los cambios generados a partir del Golpe Militar de 1973, esta labor continuó hasta 1975, encabezada por Percy Eaglehurst. Ese año asumió como Vicerrector Roberto Escobar, quien puso fin al teatro Teknos cuando presentaban la obra Marta Mardones, de Fernando Cuadra, que, incluso, había sido llevada a la televisión.