Revistas cinematográficas en Chile (1909-1920)

Publicadas desde Copiapó hasta Punta Arenas, las primeras revistas sobre cine propiamente tales surgieron a mediados de la década de 1910. Si bien estas publicaciones no tuvieron una vida muy duradera, impulsaron el surgimiento de otras revistas como Cine Gaceta, Chile cinematográfico, La semana cinematográfica y El film.

En un país como el nuestro, la publicación de una revista cinematográfica ofrece dificultades innumerables, que seguramente no habríamos logrado vencer, si no hubiéramos sentido detrás de nosotros, en todo momento, apoyándonos y alentándonos, el aplauso del público

(Azagra, Lucila. "Un feliz año". La Semana cinematográfica. Número 87, p. 1).

La aparición del cine fue un suceso fundamental para el desarrollo de la cultura de masas a comienzos del siglo XX en Chile. El explosivo interés que concitó en el público no tardó en desbordar las salas de exhibición. La prensa periódica fue el primer medio de comunicación en hacer eco del fenómeno cinematográfico, proporcionando un espacio de difusión, aunque acotado, bastante diverso. Inicialmente fueron los diarios y revistas misceláneas los que, en forma creciente, incorporaron información acerca de la novedad que representaba el cine y de su acogida en la sociedad chilena; más tarde, surgirían las primeras revistas especializadas.

Las noticias sobre cine, tanto en revistas como en periódicos magazinescos, compartían espacio con otros espectáculos y se remitían a aspectos propagandísticos que rodeaban las exhibiciones; con una amplia cobertura sobre cine extranjero, las referencias a las producciones del naciente cine chileno eran, en su mayor parte, breves notas informativas que, sin embargo, irían marcando, según Jacqueline Mouesca, el nacimiento de la crítica cinematográfica en Chile. Uno de estos antecedentes críticos es el artículo "Elogio del biógrafo" de Alone publicado el 13 de junio de 1913 en el sexto número de Pacífico Magazine; este artículo es, a la vez, un anticipo de la estrecha relación que mantendrá, en las publicaciones periódicas, el mundo literario con el cine.

Entre las primeras publicaciones que se ocuparon del cine, podemos nombrar El cinematógrafo, surgida en Punta Arenas en el año 1909, y Cinema, publicada en Santiago en 1913. Ambas, sin ser revistas especializadas, entregan indicios de la resonancia social que tempranamente adquirió el cine en el territorio nacional, al tiempo que anticipan la vasta tradición de revistas de cine que cristalizó a lo largo del siglo XX. La circulación de revistas especializadas, según consigna Jacqueline Mouesca en su libro Cine y memoria del siglo XX, surgió ya en la década del diez con un conjunto de revistas entre las que destacan Chile cinematográfico y Cine gaceta, ambas publicadas en 1915.

En 1918 vieron la luz El film y La Semana cinematográfica; esta última alcanzó los 138 números, extendiéndose hasta diciembre de 1920. Dando un paso más allá del sitio que ya había conquistado el cine en cuanto industria y medio de entretención, la revista Mundo teatral, publicada entre 1918 y 1921, abordó el vínculo de la cinematografía con otras artes. En estas publicaciones aparecen algunas imágenes ligadas a la producción y difusión del cine en Chile, aunque principalmente se exponen los rasgos esenciales que lo rodean, ciertas problemáticas sociales que provoca su exhibición en salas de cine y las constantes novedades que su presencia va mostrando. A la vez, estas revistas son testimonios que preceden a las emblemáticas Ecran y Hollywood, publicadas en los años treinta.

En las últimas décadas han surgido investigaciones, como las de Eduardo Santa Cruz, Carlos Ossandón, Jacqueline Mouesca y Wolfgang Bongers, dedicadas a estudiar la presencia de las revistas de cine en el contexto cultural de las dos primeras décadas del siglo XX en Chile.

Clasificaciones

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