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Poema de Chile (1967)

En 1967, apareció póstumamente el libro Poema de Chile de Gabriela Mistral, edición a cargo de Doris Dana (1920-2006) en la que se reunieron setenta y siete poemas de la autora. El libro fue publicado en Barcelona por la Editorial Pomaire.

En su prólogo, Dana señaló que el libro se trató de una obra inconclusa a la que Mistral se dedicó durante los últimos veinte años de su vida, periodo en el que su preocupación continua fue "escribir poemas sobre toda suerte de asuntos relacionados con su país: cantar sus plantas, animales, los ríos, el mar, los lugares y sensibilizar los problemas del campesino y la reforma agraria; escribir para ella estos poemas no fue un afán literario, sino una necesidad vital" (Dana, Doris. "Al lector". En Mistral, Gabriela. Poema de Chile. Santiago: Editorial Pomaire, 1967, p. 1).

Respecto de la creación de la obra, se han indicado distintos puntos de inicio del proceso, además del que indicó Dana. Soledad Falabella señaló que los "inicios del libro datan aproximadamente del año 20, se configura como 'obra en marcha'. En esta, el transcurso del tiempo y la vivencia (privada) de la autora se entretejen. En efecto, la Mistral escribe y reescribe los poemas de tal manera que las versiones se van enriqueciendo en la medida que avanzan los años, generando así una obra compleja y heterogénea. Este proceso durará cerca de 37 años" (Falabella, Soledad. "'¿Qué será de Chile en el cielo?' Propuesta de lectura para Poema de Chile de Gabriela Mistral". Mapocho. Número 39, primer semestre, 1996, p. 71). Por otra parte, Jaime Quezada indicó que "se diría que tan pronto recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945, y aun antes, hacia las postrimerías de la publicación de Tala (1938), se dedicó a testimoniar poéticamente su apego al país natal con la escritura diaria en torno a este libro que de 'Recado sobre Chile', en sus inicios, en algún momento quiso llamarlo 'Viaje imaginario por Chile'" (Quezada, Jaime. "Prólogo". En Mistral, Gabriela. Obra reunida. Tomo III. Ediciones Biblioteca Nacional, 2020, p. 22).

Respecto a la organización de la obra, Dana indicó que en el proceso de revisión "solo sabíamos que el poema titulado 'Hallazgo' iniciaría el libro, y que el titulado 'Despedida' sería su final", sin embargo mencionó que "el resto ofrecía varios problemas". Así, Dana señaló la dificultad que encontró al ordenar la sucesión de poemas, debido a que se trataba de un viaje por Chile, de norte a sur. Dificultad agregada fueron las aves, plantas y tipos humanos que daban vida a algunos poemas, ya que ellos también debían ir en correspondencia con la ordenación geográfica. Un tercer problema surgió, al considerar la ordenación temporal de los poemas, en cuanto, su temática debía responder a la progresión temporal del viaje, de este modo, "si se trataba de una canción de cuna al huemul, debía situarse dentro de la secuencia en el atardecer y no en la mañana" (Dana, p. 2).

En 1987, respecto a la edición realizada por Doris Dana, Soledad Falabella comentó que el resultado del "texto editado y publicado es un texto doblemente extraño, primero, porque es una 'obra en marcha', distinta a las otras obras de la Mistral, y segundo, porque no se sostiene por sí solo, ya que hay en esta importantes incongruencias", en contraste con los manuscritos. Así, Falabella postuló que "es por esta razón que la crítica no lo ha considerado como un texto importante, sino como un producto menor de Gabriela Mistral" (Falabella, p. 71). Con posterioridad, debido al nuevo acceso al material inédito luego de la muerte de Doris Dana, albacea de Mistral, se han publicado nuevas ediciones de Poema de Chile, incluyendo la del año 2015 un total de 131 poemas.

Ha existido consenso en la crítica en que el libro se estructuró en torno a un viaje. Así, se ha señalado que se halla organizado como el viaje de tres seres: "Gabriela o Lucila, una muerta-viva, ánima, ángel o fantasma, un indiecito atacameño y un huemulillo, quienes atraviesan el país de norte a sur, conversando acerca de lo que observan, principalmente plantas silvestres y elementos de la naturaleza, y acerca de la condición de sí mismos y de sus relaciones" (Carrasco Muñoz, Hugo. "Geografía mítica en el Poema de Chile". Cuadernos de Lengua y literatura. Número 2, 1989, p. 32). También se ha señalado que el niño es un "tú fluctuante" y que este "a veces, se transforma en huemulillo, indio o ángel" (Falabella, Soledad. "'Desierto': Territorio, desplazamiento y nostalgia en Poema de Chile de Gabriela Mistral". Revista Chilena de Literatura. Número 50, abril 1997, p. 85).

A partir de las revisiones sobre las lecturas que se han hecho sobre Poema de Chile, Iván Carrasco indicó que el libro es "uno de los textos más polisémicos de Gabriela Mistral. Aunque en apariencia es simple, casi como un relato para niños o adultos con poca instrucción, monotemático, sencillo en su estructuración retórica, restringido en sus asociaciones discursivas, al leerlo con más cuidado aparece como un texto complejo, plural, que requiere lecturas variadas desde puntos de vista interdisciplinarios, para aprehenderlo en su múltiple complejidad. De hecho, los pocos estudiosos que se han preocupado de él lo han leído en forma diversa, valorando aspectos distintos" (Carrasco, Iván. "Poema de Chile: un texto pedagógico". Revista Chilena de Literatura. Número 56, abril 2000, p. 118). En su lectura, Carrasco propuso que Poema de Chile correspondía a un macrotexto, siguiendo la definición de Cesare Segre, "un conjunto de textos con total o parcial autonomía, que se reagrupan en un texto más amplio". La coherencia del libro de Mistral estaría dada, en primer lugar, por su estructura narrativo-descriptiva de carácter dialógico, en relación con la idea del viaje por territorio chileno de la "mujer muerta acompañada por el niño atacameño y el huemulito". En segundo orden por "la notable uniformidad métrica, estilística y estructural, pues son setenta y siete romances, con escasas irregularidades. Un tercer aspecto que daría coherencia al macrotexto es el título del libro, pues "delimita el espacio poetizado sin ambigüedades". Por último, el cuarto aspecto que proporcionaría coherencia es la intención pedagógica, que se expresaría en dos modalidades de enseñanza: por una parte, la de la mujer maestra que "por amor y oficio" le propone el viaje al niño y le enseña de forma personalizada y usando el diálogo. Por otra, la maestra también presentaría otra enseñanza implícita que es "religiosa, feminista, intercultural, social y forma un todo con la anterior" (Carrasco, p. 10-122).

Desde otro punto de vista, Hugo Carrasco Muñoz leyó Poema de Chile como un libro en el que hay una construcción mítica de carácter sincrética, en la que se funden y reúnen "creencias religiosas cristianas, sabiduría popular, creencias de diversos pueblos indígenas, elementos de mitología griega". Así, indicó que Poema de Chile "desarrolla -una vez más y como siempre conforme a nuevas transformaciones- el mito de la tierra, desde una perspectiva que va más allá del objeto representado y que se inscribe en la tradición hispanoamericana, fundiendo elementos de la tradición religiosa cristiana de origen hispano y de la tradición indígena pre-hispánica, vigentes en la tradición popular mestiza de todo nuestro continente" (Carrasco Muñoz, Hugo. "Geografía mítica en el Poema de Chile". Cuadernos de Lengua y literatura. Número 2, 1989, p. 31).