Con posterioridad a la publicación de la obra de Feuillée referente a Chile y al gran tráfico de buques franceses que partían hacia América, el ingeniero militar Amadée Frezier presentó al rey de Francia el proyecto de viajar a Chile y Perú, con el fin de estudiar las defensas militares necesarias para hacer frente a las posibles invasiones de Inglaterra y Holanda.

Conseguida la autorización de Luis XIV, llegó a Concepción en junio de 1712, donde inició sus estudios y observaciones sobre Chile. Se trasladó a Valparaíso a fines de septiembre, desde donde viajó a Santiago y a los campos adyacentes. En mayo de 1713 desembarcó en Coquimbo, visitó la ciudad de La Serena y luego la costa de Copiapó. Posteriormente viajó a Perú, donde continuó sus trabajos y regresó a Francia en 1714. Dos años más tarde publicó su obra Relation du voyage de la mer du sud aux côtes du Chily et du Perou, fait pendant les années 1712, 1713 & 1714, que le dio fama entre los geógrafos y viajeros. Esta obra contiene observaciones acerca de los errores cartográficos, dibujo de las costas, la ubicación de las radas, de los puertos y de las ciudades. Es un testimonio único sobre los diferentes aspectos físicos y humanos de Chile y constituye un estudio preciso de la flora y de la fauna.