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Ciudad Balneario

El paisaje de la costa maulina se convirtió en un referente de belleza natural y de recreación al aire libre. Por su parte en Constitución, la Piedra de la Iglesia y las playas de arena negra fueron dos atractivos fundamentales que captaron la atención de las elites locales y santiaguinas a fines del siglo XIX e inicios del XX. De esta forma, Constitución se fue transformando en un balneario. Muchos de sus visitantes salían en ferrocarril desde Talca a las 8 am, para volver a las 15:30 pm desde la estación Maquehua (cercana a Constitución). Las visitas se vieron estimuladas, a partir de 1906, por la existencia de un servicio de carros de sangre en el balneario.