Incipiente desarrollo industrial
La explotación de carbón, es la industria más antigua de la zona, se inició a mediados del siglo XIX en Lota, Coronel y Lirquén. Hacia 1925 había 13 yacimientos en los cuales trabajaban alrededor de 14.000 operarios. La explotación de carbón se constituyó en una industria de importancia que ordenó el espacio en centros urbanos y portuarios. Otra industria importante fue la molienda de trigo y se localizó en Tomé, Talcahuano, San Vicente y Coronel. Los molinos compraban cereal a los agricultores del interior para luego exportarlo al Callao y Lima. Producto del ciclo exportador de trigo, el comercio en Concepción contaba con firmas mayoristas inglesas y norteamericanas que vendían maquinaria agrícola y exportaban productos de la zona. Así, las casas comerciales Grace, Williamson Balfour, Duncan Fox y Gibbs levantaron grandes edificios en la ciudad y le dieron un cierto dinamismo a Concepción. En otro ámbito, se originó en 1927 una industria de loza que se denominó Fábrica de Loza de Penco (FANALOZA). La fabricación de telas fue otra de las ramas industriales de la zona. La Fábrica de Paños Bellavista Tomé y la Fábrica Nacional de Paños Tomé fueron famosas por sus telas, paños finos, franelas, mantas y colchas de pura lana. También hubo fábrica de paños en Chiguayante y Concepción. Por su parte, la localidad de Lirquén se incorporó al proceso industrializador con la creación de la fábrica de Vidrios Planos Lirquén. El desarrollo de manufacturas en Penco, Lirquén y Tomé terminó por estructurar una zona industrial con una infraestructura de muelles importantes y con una masa laboral que aceleró el crecimiento urbano de dichos centros. Así, la explotación de carbón sumado al desarrollo industrial de las ciudades de Lirquén, Tomé, Penco y Talcahuano se integran en un complejo industrial, cuyo eje de desarrollo es Concepción.