Este sismo ocasionó severos daños en Arequipa, Mollendo, Moquegua y otras ciudades del sur de Perú. Se produjo el 13 de agosto de 1868, cuando Arica estaba bajo soberanía peruana. Sin embargo, sus brutales efectos quedaron patentes en varias zonas de la ciudad hasta finales del siglo XIX, cuando ya integraba el territorio chileno. La mayoría de las mediciones concuerdan en que el sismo tuvo una magnitud alrededor de 9, dejando casi seiscientos muertos. 212 de ellos eran marineros que estaban en barcos de la bahía, mientras que los restantes 385 vivían en la ciudad. Arica tenía entonces alrededor de 4.000 mil habitantes (Fernández, Manuel. Arica 1868: un tsunami y un terremoto. Eds. de la DIBAM, Santiago de Chile, 2007, p.70-71). En Iquique, a su vez, los efectos fueron menores pero destructivos: hubo 150 fallecidos y numerosos daños.

Iquique se vio severamente afectada nueve años más tarde, el 9 de mayo de 1877, por un terremoto también de grandes proporciones, cuya magnitud se estima alrededor de 9, que ocasionó 14 muertes. Los daños se extendieron hasta Antofagasta y poblados interiores. Este sismo produjo un maremoto que también afectó la ciudad de Arica devolviendo el buque norteamericano de fondo plano "Wateree" a un lugar cercano a esta ciudad, anteriormente el maremoto de 1868 lo había dejado más de 5 km tierra adentro.