Esta danza se ha encontrado en el área centro sur de Chile, aunque su mayor presencia ha sido en Chiloé. Su origen se ignora, aunque se relaciona con la antigua costumbre de bailar o reunirse en torno a una figura totémica, un árbol o el fuego. De allí su característica más notoria, como lo es el bailar en torno a una botella.

Es una danza de pareja mixta o masculina, suelta, concéntrica, que ha asumido un sentido de competencia y que hace demostración de destreza.

Los textos cantados son coplas de tradición, en cuartetas con estribillo, las que se van repitiendo y acelerando el pulso hasta que uno de los bailarines derribe el obstáculo. El patrón rítmico es de 2/4 y se acompaña con guitarra rasgueada, con funciones rítmicas tónica y dominante.

Es un baile festivo, manifestado frecuentemente en reuniones familiares de la zona definida. Aún conserva alguna vigencia social en la zona centro y sur de Chile.