Refalosa
Danza de paso resbalado a la que también se le llamó zamba refalosa, caracterizado además por el exagerado contoneo y movimiento de la cintura de la mujer, aspecto cuestionado debido al aparente indecoro de su naturaleza, controvertida para una sociedad conservadora como la del siglo XIX. Debido a su paso saltado, su vivacidad y sus diseños coreográficos, es probable que sea una derivación de la zamba o de la zamacueca. Llegó a Chile proveniente de Perú hacia 1835. Tuvo gran popularidad en el siglo XIX, compitiendo en este sentido con la zamacueca junto al aire, la palomita, el maicito y el minero, todos bailes decimonónicos que poco han perdurado en el tiempo. Predominando en la zona de Santiago y sus alrededores, tuvo presencia entre Coquimbo y Chiloé. Fue una danza típica de tertulias y, sobre todo, de chinganas y centros mineros, junto a la sajuriana y la cueca.
Se baila en pareja, suelta, independiente y con pañuelo. En cuanto a la estructura, predomina la copla octosílaba con intercalación de estribillo después del 2º y 4º versos, con rima múltiple donde sobresale la consonante en los versos pares. En cuanto a coreografía, lo más representativo son los pasos deslizados o "escobillados" y el salto bajo, siendo menos frecuentes los pasos rebotados y zapateados.
Si bien su vigencia social se ha perdido en el tiempo, hacia la década de 1960 alcanzó cierta presencia pública gracias a compositores como Guillermo Bascuñan y Rolando Alarcón. En relación a este último se dio la llamada "guerra de las refalosas", polémica mediática dada en el ambiente musical chileno, debido a la composición de Alarcón "A dónde vas soldado", refalosa que presentaba un mensaje pacifista que fue respondida por la composición en el mismo género "La respuesta del soldado", de Joaquín Prieto García. Como dato anecdótico, cuando se le pidió la opinión a Violeta Parra sobre este conflicto, ella irónicamente respondió con la canción "Mazúrquica modérnica".