Exportación de trigo
Desde fines del siglo XVII algunas regiones del valle central chileno comenzaron a abastecer el mercado peruano de cereales. Era una actividad llena de altibajos y que no alcanzó a masificarse hasta entrado el siglo XIX. En esos años, la apertura de los mercados de California y Australia masificó la producción cerealera y convirtió a la agricultura en una actividad altamente rentable. El cierre de ambos mercados a las exportaciones de trigo no tuvo grandes efectos ya que los envíos se reorientaron desde mediados de la década de 1860 hacia Inglaterra. Sin embargo, el ciclo triguero llegó a su término a fines de la década siguiente, cuando la acelerada tecnificación de la agricultura en Estados Unidos y Argentina bajó los precios mundiales del cereal a un nivel en el que la atrasada agricultura chilena no podía competir.
Tras la Guerra del Pacífico, la agricultura se reorientó hacia el abastecimiento de los centros urbanos y la región salitrera. Las haciendas cercanas a Santiago alcanzaron altos niveles de especialización, y la Incorporación de la Araucanía proporcionó excelentes tierras cerealeras para el abastecimiento de los mercados internos.