A partir de 1978 comenzó a materializarse mediante Encuentros Nacionales de Mujeres, la voluntad de algunos grupos por discutir desde un colectivo femenino amplio, los problemas del país y los que afectaban específicamente a las mujeres. Fue el Departamento Femenino de la Coordinadora Sindical (CNS) el responsable de las convocatorias que se realizaron en 1978, 1979 y 1980. En el IV Encuentro, esta entidad se abocó a debatir solo los asuntos de las trabajadoras en consideración que ya habían germinado múltiples organizaciones femeninas.

Por su parte, el Círculo de Estudio de la Mujer, creado en 1978, para analizar académicamente las experiencias femeninas, también convocó una reunión, a la que asistieron cerca de 300 mujeres.

Estos fueron los inicios de la movilización, que obtendría visibilidad al participar en las primeras protestas callejeras contra el régimen militar en 1983. En este año, el movimiento femenino se consolidaba y se definía por su carácter feminista. Los panfletos contra el gobierno que emitió el Movimiento Feminista, registran su postura particular de luchar a favor de la democracia. En ella, se acusaba que el autoritarismo que vivían las mujeres era doble, en el plano ciudadano y en su hogar, por lo tanto la libertad también significaba luchar contra el sistema de género opresor.

A continuación se presenta una serie de documentos que rescatan convocatorias a movilizaciones y actos que se transformarían en hitos. Además se incluyen manifiestos de principios de las organizaciones y declaraciones acerca de las reformas necesarias para conformar un Chile democrático. Al respecto, parte del programa de la Concertación de Partidos por la Democracia, provino de las falencias advertidas y estudiadas por las diversas agrupaciones.